sábado, 29 de marzo de 2014

Ensayo

CAPÍTULO 1. LA EVALUACIÓN COMO HERRAMIENTA DE CAMBIO EDUCATIVO: EVALUAR LAS EVALUACIONES.
 
DIME COMO EVALÚAS Y TE DIRÉ CÓMO APRENDEN TUS ALUMNOS.

Autores: C. Monere, M. Castelló y I. Gómez

Alumna: Leticia Tlatenchi Tlatenchi
 
 

Como bien lo señala el autor “Enseñar y evaluar son dos caras de una misma moneda que se distinguen por la intencionalidad con que se realizan y por las decisiones que derivan de este proceso”. La evaluación juega un papel importante en el aprendizaje de los alumnos, sin embargo, frecuentemente se le da un sentido objetivista, es decir, que únicamente sirve para clasificar y seleccionar a los alumnos para tomar decisiones académicas, donde se evalúan únicamente hechos y conceptos recayendo así en un aprendizaje memorístico,  evalúa de manera individual y aislada con ejercicios haciendo uso de lápiz y papel con limitaciones principalmente de tiempo. Otro sentido es el constructivista donde la evaluación del aprendizaje es para conocer cómo aprende el alumno y proporcionarle ayuda, dando mayor importancia al desarrollo de las competencias necesarias para que los alumnos  puedan enfrentar cualquier situación problemática de la vida real en cualquier contexto.

El aprendizaje de los alumnos depende de muchos aspectos de interacción, de acuerdo a esto, el aprendizaje puede ser profundo, funcional, duradero o de lo contrario frágil; así mismo la evaluación tiene una gran carga, razón por la que frecuentemente los alumnos aprenden para la evaluación, esto se convierte en poco esfuerzo que se extingue tan pronto pasa este proceso siendo así un aprendizaje memorístico. Cuando en una evaluación  intervienen  la solución de problemas o conflictos de la vida diaria en los que los alumnos tienen que argumentar sobre dichas situaciones, entonces el aprendizaje se vuelve significativo, por lo que aprenderán para la vida y no para evaluación.

 

Sin embargo, el papel del docente es de gran importancia en la enseñanza puesto que muchos profesores tienden a evaluar de forma parecida a la que enseñan, parecería adecuado pero en realidad no lo es. Cuando la evaluación no se entiende como una simple reproducción de lo enseñado sino como la integración personal de lo aprendido, entonces se produce un nuevo a aprendizaje, es decir, que el alumno construya su propio aprendizaje a partir de lo que ya sabe según el contexto social y cultural, las experiencias educativas previas y las actitudes hacia el aprendizaje del alumno.

Es por eso que un profesor experimentado evalúa continuamente a sus alumnos al impartir sus clases, toma en cuenta las dudas, las preguntas, comentarios, ejercicios; mientras que cuando la evaluación es considerada como una actividad únicamente por el profesor, elimina las posibilidades de que los alumnos puedan aprender de sí mismos o de sus compañeros.  


Es importante no dejar a un lado alternativas didácticas, durante la evaluación, que fomentan el aprendizaje de los alumnos evaluados, como lo es retroalimentar sobre sus logros y resultados. Frecuentemente la evaluación es un simple examen que arroja resultados cuadrados y memorísticos que no ayudan al desarrollo de habilidades y capacidades de los alumnos; es por eso que la exigencia de las actividades de clase deben ser más elevadas que las del examen, una evaluación continua arrojará mejores resultados que una evaluación al finalizar un periodo; de aquí la importancia de evaluar durante la enseñanza. Mediante la autoevaluación y coevaluación los alumnos pueden aprender de la corrección de las tareas de modo que les sirvan de referentes para su aprendizaje: un portafolio, un diario de aprendizaje o una web temática serían posibles medios para este tipo de evaluación.

La sociedad actual demanda nuevas exigencias,  razón por la que la evaluación debe dar un rumbo “auténtico” en donde la enseñanza y la evaluación tengan vinculación con la realidad de los alumnos, sean de relevancia para aumentar la motivación del alumno adentrándolo en algo que sea de gran utilidad en su vida diaria, así mismo, que promueva la socialización del alumno, capaz de utilizar un vocabulario adecuado y herramientas propias del contexto donde se desarrolla y mediante esto, crear identidad como ciudadano.

Es necesario transformar las pruebas tradicionales en pruebas auténticas, más que un sistema de evaluación sea un sistema de enseñanza; como docentes, estemos familiarizados con la evaluación a través de actividades realizadas en clase, que sean  realistas, de relevancia y  de socialización, con el fin de que los alumnos construyan su  propio aprendizaje a partir de sus logros  y resultados, surgiendo así un aprendizaje significativo en el alumno, siendo capaz de resolver problemáticas que se le presenten en  cualquier contexto. Por ello, como docentes debemos desarrollar la competencia  para evaluar de forma más coherente con la enseñanza.